Poco a poco, en los próximos posts, vamos a ir desgranando todos los secretos que esconde el maravilloso mundo del cacao y del chocolate. Y decimos poco a poco, porque cuando hemos indagado sobre los orígenes del cacao, hemos encontrado un sinfín de información al respecto. Origen, el árbol, el cacao en sí, cómo se hace el chocolate, variedades, los mejores chocolates del mundo, beneficios para la salud, mitos, curiosidades… Un montón de información interesante que, sin duda, hará las delicias de los más golosos. Así que, si estás dispuesto a babear, no dudes en continuar leyendo.
La historia engancha desde el nombre. Y es que, el nombre del árbol del cacao o cacaotero, que científicamente es Theobroma cacao, significa en griego «alimento de los dioses». Según las leyendas mayas y aztecas, el cacao era un alimento divino y muchos de sus rituales sagrados se centraban en torno a esta sugerente planta.
Hoy en día, el cacao se cultiva principalmente en África del Oeste, América Central, Sudamérica y Asia. Eso sí, los primeros árboles del cacao crecían de forma natural en las selvas tropicales del Amazonas y Orinoco y se empezó a cultivar en Centroamérica, en concreto, en Honduras, hace ya un porrón de años. Los aztecas, tal y como le dijo Hernán Cortés a Carlos I de España, utilizaban el cacao como moneda de cambio. Fueron los mayas, para quienes el cacao simbolizaba vigor físico y longevidad, los que tuvieron la brillante idea de triturar las semillas del cacao y mezclarlas, probablemente, con agua para obtener un brebaje amargo, el Chocolha. Más tarde, los aztecas consumirían el cacao mezclando chile con las semillas del cacao tostadas y molidas, a las que añadían harina de maíz como emulsionante básico para absorber la manteca de cacao. El resultado era una bebida energética, pero también muy amarga y picante.
Dicen que el primer europeo en probar esta bebida pudo ser Cristóbal Colón. Sin embargo, el responsable de introducirlo en Europa fue Hernán Cortés, quien también lo introdujo en la corte española. Como no a todo el mundo le agradaba el sabor amargo, se experimentaron otras mezclas con azúcar y especias, como vainilla y canela. No está claro dónde comenzaron estas mezclas. Lo que sí sabemos es que continuaron investigando hasta que en el siglo XVII, el chocolate adquirió un sabor y textura similar a la que estamos acostumbrados hoy en día.
En 1755, los estadounidenses descubren el chocolate. La primera fábrica se fundó en 1765. Sin embargo, fue un italiano el primero en solidificar el chocolate en Turín. La primera tableta fue la de Fry and Sons, en Inglaterra sobre el año 1847. Era una mezcla de licor, cacao y azúcar que se comercializó en Birmingham en 1849 bajo el nombre de Chocolat Dèlicieux à Manger. Y ya en el siglo XX, fue Quaker Milton Hershey quien introdujo la tableta de chocolate con leche y almendras.
Hoy en día, los amantes del chocolate estamos de enhorabuena porque existe una amplia variedad de chocolates, que van desde el negro, el blanco, con leche, de cobertura, pasando por el chocolate relleno, a la taza, en polvo… La decisión es difícil de tomar, pero cada uno tiene su momento. Basta elegir el que más nos guste, disfrutar y dejarse llevar.